jueves, 5 de febrero de 2009

LOS VERDES DE EXTREMADURA Y ANDALUCÍA APOYAN LA MANIFESTACIÓN CIUDADANA CONVOCADA EL DÍA 7 EN SANTA OLALLA DEL CALA (HUELVA) CONTRA LA REFINERÍA Y EL


Los Verdes de Extremadura y Los Verdes de Andalucia expresan su apoyo a la manifestación convocada para el sábado día 7 de febrero por la Plataforma Ciudadana Refinería No de Extremadura y varios colectivos andaluces en Santa Olalla del Cala (Huelva), y confían en que esta nueva movilización ciudadana haga reflexionar al gobierno central sobre la locura que supone instalar en Extremadura una refinería de petróleo, y en que sea una llamada de atención a la Junta de Andalucía, que no debería dudar en desautorizar el tendido del oleoducto y poliducto de este extraño proyecto por el territorio andaluz, a la vista de su grave impacto ambiental, que además de ser inasumible carece de toda justificación racional.

La manifestación se iniciará a las 17 horas y transcurrirá desde la ermita de Santa Eulalia hasta la Plaza de la Constitución de Santa Olalla del Cala. Previamente, desde las 12 horas, tendrán lugar diversas actividades lúdicas, culturales, informativas y de convivencia. Los Verdes alientan a los andaluces y extremeños a que participen en estos actos ciudadanos y convocados por movimientos ciudadanos, más allá de partidismos, y hagan oír su voz para parar este proyecto industrial tan contaminante como absurdo.

Los Verdes recuerdan una vez más que una refinería de interior como la proyectada en Tierra de Barros, no sólo multiplica los daños que estas industrias sucias generan siempre en su entorno sobre la salud, el medio ambiente y la agricultura, sino que además es, al final de la era del petróleo, un despropósito económicamente inviable que sólo puede ser mantenido artificialmente con ayuda pública, a base de un importante desperdicio de fondos públicos. Por otra parte, se trata de un proyecto que contradice todas las políticas de sostenibilidad, lucha contra el cambio climático y reducción de la dependencia del petróleo anunciadas por el gobierno del PSOE. Autorizar la refinería supondría una pérdida de toda credibilidad en dichas políticas y, de hecho, las anularía.

En cuanto al oleoducto de más de 200 kilómetros que transportaría el crudo desde Huelva y al poliducto que retornaría a Huelva los productos refinados, y que atravesarían numerosas áreas protegidas e incluidas en la red Natura 2000, a su impacto estructural sobre el entorno hay que sumar los riesgos de fugas y accidentes, que comprometerían la integridad de espacios como la Sierra de Aracena o el Corredor Ecológico del Río Guadiamar, cuya influencia sobre el Parque Nacional de Doñana ya quedó demostrada con el desastre ecológico de las Minas de Aznalcóllar. Además, las nuevas instalaciones a añadir en el ámbito del Puerto de Huelva vendrían a sobrecargar una zona ya saturada y que forma parte del ámbito del POTAD (Plan de Ordenación del Territorio del ámbito de Doñana), por no hablar del incremento del tráfico de petroleros, con el consiguiente aumento del riesgo de vertidos en la zona.