sábado, 18 de abril de 2009
MANIFIESTO DEL DÍA DE LA TIERRA 2009 EN EXTREMADURA
Convocan: ADENEX, C.A.L.A., CGT, CNT, Ecologistas en Acción de Extremadura, Foro Social de Villanueva de La Serena, Izquierda Unida de Extremadura, Juventudes Comunistas, Los Verdes de Extremadura, Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz, Plataforma Ciudadana Refinería No, Sodepaz-Extremadura.
------------------------------------------------------------
Se acabaron las excusas. Ya nadie puede ignorar que la actividad humana es responsable del efecto invernadero y el aumento de la temperatura media en el planeta Tierra, con el cambio climático que le acompaña. Está demostrado científicamente y ha sido reconocido por el conjunto de los gobiernos e instituciones internacionales del planeta.
Tampoco se puede ignorar las consecuencias enormes que se crearán en las próximas décadas, muchas de las cuales serán irreversibles, como la desaparición de especies vivas, la destrucción de ecosistemas o el agotamiento de recursos y materias primas. También aparecerán graves trastornos en el plano social y político, por las previsibles eleadas de refugiados medioambientales y los conflictos por el control de los recursos naturales.
¿Qué pensarán las generaciones futuras de la actual civilización? ¿Del lujo, el despilfarro de recursos, la irresponsabilidad de nuestras formas de vida?
Desde hace 40 años, un numeroso grupo de científicos, políticos e investigadores, reunidos en el Club de Roma, elaboran sus informes señalando los enormes problemas ambientales que se derivaban de la actividad económica de la civilización capitalista. Sin embargo, sus advertencias han caído en saco roto para los gobiernos y las instituciones privadas que toman las decisiones fundamentales de la economía global.
Los informe elborados por World Wildlife Fund en los últimos años también nos muestra una insostenibilidad creciente de la economía mundial, mientras nuestros políticos hablan de sostenibilidad sin tomar ninguna medida adecuada y la población ignora las recomendaciones básicas para una economía sostenible.
El divorcio entre el discurso y la práctica siempre ha sido la característica de las clases dominantes, pero hoy en día ese divorcio puede llegar a ser suicida. Y por poner el ejemplo que nos resulta más cercano, vamos a hablar de Extremadura. Mientras los programas políticos han estado desarrollando los conceptos de economía sostenible, fundada en las riquezas naturales extremeñas y en la conservación de los valores ecológicos y paisajísticos, la Administración planificaba un desarrollo retrógrado y contaminante, más propio de principios del siglo XX que del XXI. Y para ello ha privatizado importantes cantidades de capitales y bienes públicos, que han sido ofrecidos a un empresario emparentado con los políticos más influyentes del partido gobernante, y que ha demostrado reiteradamente su completa falta de consideración hacia los derechos medioambientales y laborales de esa misma población extremeña con cuyo progreso dice estar comprometido.
Se trata de un tráfico de influencias colosal que sólo puede explicarse por la debilidad de la democracia en España. Y esa corrupción de la política va unida a un proyecto profundamente conservador en el modelo económico, tanto en sus aspectos tecnológicos como en los sociológicos; así como contaminante y regresivo desde el punto de vista ecológico y medioambiental. Un proyecto impulsado por un partido que se dice de izquierdas y que en realidad manipula los sentimientos de la gente sencilla del pueblo.
Refinería de petróleo, Centrales Térmicas, y sus posibles desarrollos en una industria petroquímica, son la propuesta de futuro de los gobernantes extremeños, que han ignorado la realidad histórica y humana en la que vivimos. Han aprovechado décadas de subvenciones europeas para construir monstruos industriales que degradan el hermoso paisaje extremeño, como la Siderurgia de Jerez de los Caballeros y la Cementera de la Alconera. Proyectos que envenan el medio ambiente y no toman en cuenta las recomendaciones internacionales sobre la necesidad de reducir las emisones de los gases que producen el efecto invernadero y el cambio climático.
Afortunadamente la ciudadanía extremeña ha despertado y se ha opuesto con rotundidad a la continuación de esa planificación, más propia de los Planes de Desarrollo franquista que de un partido democrático.
Saludamos la movilización de la ciudadanía extremeña contra la refinería de petróleo en Extremadura y contra las centrales térmicas en la comarca de Mérida, y os exhortamos a continuar la lucha hasta la victoria definitiva.
Reiteramos nuestra histórica exigencia de la completa e inmediata desnuclearización del territorio extremeño, sustanciada en el cierre de la Central Nuclear de Almaraz y la tajante prohibición de cualquier actividad de prospección o explotación de minería de uranio en la región.
Apostamos por una economía respetuosa con los equilibrios naturales, que ponga en valor la singularidad natural e histórica del territorio extremeño y la convierta en fuente del desarrollo humano de quienes lo habitamos.
Por eso, reivindicamos una profunda reestructuración del sector agroganadero extremeño, que ponga en primer plano la sostenibilidad medioambiental, la soberanía alimentaria y los derechos económicos de productores y consumidores, frente a los flagrantes abusos de las grandes corporaciones de la distribución y frente al dirigismo tecnocrático y neoliberal de la Unión Europea o la Organización Mundial del Comercio.
Por eso, demandamos un sistema energético basado en el uso sensato, transparente y sostenible de las fuentes renovables, preferiblemente gestionadas de un modo público y cooperativo, que las mantenga a salvo de maniobras especulativas, y en una reducción significativa de la demanda gracias a la racionalización y la austeridad en el consumo energético.
Por eso hoy llamamos de nuevo a los extremeños y las extremeñasa tomar conciencia del enorme desafío que afrontamos, a movilizarse en defensa de este hermoso rincón del planeta que nos cobija y sustenta, y a adoptar individual y colectivamenteun modo de vida consecuente con los graves problemas que amenazan a la humanidad.
Mérida, Extremadura, Planeta Tierra, 25 de abril de 2009.