Los Verdes de Extremadura consideran que nuestras autoridades locales y regionales deberían proteger el entorno natural del Lago de Proserpina, y rechazar la pretensión de la empresa privada Proviex 51, S.L. de construir un complejo turístico, residencial y de golf que pretende ocupar una superficie total de 1.171.397 metros cuadrados en las antiguas instalaciones del camping y otras fincas colindantes.
La Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente anunció recientemente en el DOE la macro urbanización como Proyecto de Interés Regional (PIR), forma jurídica con la que la Junta de Extremadura se ha dotado a sí misma para recalificar suelos no urbanizables por un presunto interés social y que sólo sirve de tapadera legal al desarrollo urbanístico insostenible y especulativo. Ahora bien, dicha Consejería ha tenido que anular su anuncio a requerimiento de la Consejería de Fomento, que es quien tiene las competencias de Suelo y Ordenación del Territorio en Extremadura.
Los Verdes piden a la Consejería de Fomento que tenga la sensibilidad social y medioambiental de la que una y otra vez ha demostrado que carece la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, y no presente dicho proyecto que es contrario a la política económica, social, cultural y ecológica que, dentro de un desarrollo socioeconómico equilibrado y sostenible, define La Carta Europea de Ordenación del Territorio de 1983.
Los Verdes quieren recordar a las autoridades de la Consejería de Fomento que este modelo de desarrollo urbanístico, que es el que se ha venido practicando en España en los últimos 15 años, causa «estupor» en Bruselas, tanto al Ejecutivo comunitario como al Parlamento Europeo que han manifestado en diversas ocasiones que «se están cometiendo múltiples abusos». Así, el Parlamento Europeo, el 21 de junio de 2007, aprobó una resolución en la que la institución expresaba su "más enérgica condena y oposición a los macroproyectos de urbanización" en España. Y la entonces ministra María Antonia Trujillo dijo sobre la misma que tenía que "servir para que muchos piensen que el urbanismo que se está haciendo en nuestro país no es el más adecuado". En ese sentido la ex ministra criticó los modelos urbanísticos dispersos como el que se pretende desarrollar en Lago de Proserpina.
Los Verdes de Extremadura recuerdan que los campos de golf están asociados a innumerables problemas medioambientales, siendo el principal, pero no el único, el problema del agua, a pesar del argumento falaz, como se ha demostrado en múltiples ocasiones, de que se riegan con aguas residuales. Además, los campos se construyen antes que las viviendas asociadas, lo que hace materialmente imposible que puedan regarse con las aguas depuradas.
Para Los Verdes de Extremadura, el campo de golf es utilizado por la constructora como mero reclamo, sin tener en cuenta la inmensa superficie que requerirá para ser construido, aproximadamente un campo de golf de 18 hoyos como el que se pretende construir requiere unas 50 hectáreas. Además para acondicionar la superficie hay que allanar gran parte del terreno, lo que implica la tala de árboles y matorrales, destruyendo una buena parte de la riqueza vegetal existente en el entorno de Proserpina y de la fauna que en ella se asienta.
Este macroproyecto de urbanización masiva resulta innecesario y no responde a las necesidades de los ciudadanos, representando en la práctica, la creación de una nueva ciudad que degrada el entorno natural de Proserpina y la memoria histórica y cultural de los emeritenses que han disfrutado de él durante generaciones.