Los Verdes critican la inoperancia del Consejo de Seguridad Nuclear y la actitud indolente de la Delegación del Gobierno y de la Junta de Extremadura
Los Verdes de Extremadura consideran imperativo el cierre anticipado de la Central Nuclear de Almaraz, cuya vida útil ya ha sido rebasada y cuyo permiso de explotación expira en 2010, ante el cúmulo de incidentes que se vienen produciendo en sus instalaciones, algunos de ellos de especial gravedad, como el último del pasado viernes 2 de mayo, cuando una fuga de agua radioactiva del circuito primario de la vasija del reactor obligó a la evacuación de cientos de trabajadores durante el proceso de recarga. Hay que recordar que es la segunda vez en pocos meses que debe procederse a una evacuación urgente de personal en el recinto de contención de Almaraz.
Los constantes fallos y averías de esta obsoleta central nuclear ponen en entredicho su seguridad, y lo responsable sería cerrarla, pues en opinión de Los Verdes cada día que pasa aumenta el peligro potencial de un accidente grave que afecte seriamente a la salud de los ciudadanos extremeños y al medio ambiente. En la pasada legislatura, el Gobierno se comprometió, en virtud de un pacto entre el PSOE y Los Verdes firmado en 2004, a establecer un calendario de cierre de las centrales nucleares españolas, todas ellas en los límites de su vida útil. Dicho calendario no ha sido concretado por el Gobierno, y tan sólo ha sido anunciado el cierre de la central de Garoña. Ahora sería un buen momento para anunciar el cierre, no más allá de 2010, de la central nuclear de Almaraz, y demostrar así que el Gobierno mantiene su palabra y no está cediendo a la presión del lobby nuclear.
Por otra parte, Los Verdes critican la inoperancia del Consejo de Seguridad Nuclear, ya puesta de manifiesto recientemente en la grave fuga radioactiva de la central nuclear de Ascó. El CSN informa tarde y mal, a menudo cuando no tiene más remedio, es decir, cuando los incidentes ya han sido denunciados por las asociaciones ecologistas, en un ejercicio de "maquillaje" para minimizar los riesgos que va más allá de una mera falta de transparencia y que hace dudar de la misión de este organismo, que en teoría es la de "proteger a los trabajadores, la población y el medio ambiente de los efectos nocivos de las radiaciones". Los Verdes consideran que con las últimas actuaciones del CSN, que en algunos casos habría que calificar de inacciones, su actual presidenta, Carmen Martínez Ten, ha perdido credibilidad, y esto es preocupante en un organismo que ante todo debería ofrecer credibilidad y confianza a los ciudadanos, por lo que piden su cese.
Así mismo, Los Verdes consideran que la actitud de la Delegación del Gobierno y de la Junta de Extremadura ante el incidente de Almaraz ha sido tibia e indolente. La Delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, se ha limitado a reproducir el mensaje tranquilizador del Consejo de Seguridad Nuclear sin dar más explicaciones. Por su parte, el Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se contenta con pedir al CSN más transparencia, cuando en opinión de Los Verdes debería estar exigiendo responsabilidades y, ya de paso, el cierre de la central nuclear de Almaraz. Pero no es de extrañar que no lo haga, pues quedan lejos ya los tiempos de Valdecaballeros y la presunta reivindicación del PSOE extremeño de cerrar Almaraz, y ahora la Junta de Extremadura da su beneplácito a una nueva prórroga para que la central nuclear siga funcionando hasta 2020, siempre que tribute en la región, es decir, canjeando las viejas reivindicaciones por el IVA.
Ramón Luengo, co-portavoz.