martes, 3 de marzo de 2009

Federación de Asociaciones de Vecinos, Térmicas y una persona de honor


Aún lamentando profundamente que la Federación de Asociaciones de Vecinos de mi ciudad no crea conveniente la organización de un debate sobre los proyectos de construcción de las centrales térmicas, lo que en modo alguno se puede aceptar son las graves acusaciones que se han hecho contra Emilio Olivas, que una vez más ha mostrado su preocupación por la defensa de su ciudad al pedir a la Federación un debate en la reunión a la que asistí a petición suya.

Mi presencia, soy representante de los Verdes de Extremadura y ciudadano de Mérida, ha permitido que algunos esgriman el fantasma de la politización, sin discutir los datos que allí se dieron sobre los contaminantes de estas industrias, su efecto sobre la salud, su aportación negativa al desarrollo de la comarca, la oposición de todas las fuerzas políticas y sociales a estos mismos proyectos en otras comunidades autónomas, etc. Nada de eso se ha dicho de nuestra contribución a dicha reunión y sí, de la utilización de mi asistencia como una forma más de atacar, a quien desde su espíritu de servicio público organizo dicho encuentro, Emilio Olivas.

A pesar de mi ingenuidad en los asuntos de la política, la experiencia me demuestra día a día que son muchos los intereses que esconden los que dicen no pertenecer al mundo de la política, actuando en defensa de unos u otros contradiciendo así su supuesta independencia. ¿Qué se puede esperar de quien te dice que la contribución de Los Verdes a la política se resume en la realización del acto sodomita (omito la expresión que allí se utilizo y el nombre de quien la dijo)?

Las descalificaciones que se han hecho a uno de los que sin duda podemos considerar ciudadano de honor de esta ciudad, se vuelven en contra de quien las hace y en modo alguno podrán servir para ocultar el verdadero trasfondo de la polémica, que no es otro que el clientelismo de unos y otros con quienes desde la administración impulsan estos proyectos por encima de cualquier interés social.

Lamento una vez más, amigo Emilio, que tu interés por tu ciudad y tus vecinos sirva para que los que apoyan éstos y otros proyectos insostenibles, como la Refinería, hagan blanco en tu persona, cuando no utilizan argumentos tan peregrinos (¿no habrá otros?) como el tópico urbanita "soy de ciudad y lo mío es el cemento, el hormigón, el cristal y lo metales, y no estoy educado en los temas medioambientales; pero es que, además de todo ello naturaleza y desarrollo son dos términos antagónicos". Sin comentarios.