jueves, 28 de febrero de 2008

Extremadura es diferente


Morata de Tajuña, pequeño municipio del suroeste de Madrid, es también objetivo de las compañías eléctricas que quieren, por encima de sus vecinos y de su corporación municipal en pleno, instalar una central térmica de ciclo combinado. El agua y un pequeño municipio son, una vez más, el denominador común para que las empresas de la energía muestren su cara menos amable, lejos, muy lejos, de esa otra imagen de ecología y sostenibilidad que nos hacen llegar a todos a través de sus costosas campañas de publicidad.

Morata de Tajuña y los pueblos de la Comarca de las Vegas se manifestaron el pasado domingo contra el proyecto de instalar una central térmica de ciclo combinado de 1.200 megavatios. En la misma fecha, Don Álvaro y los pueblos de la Comarca de Mérida celebraron exitosamente la "1ª Ruta contra las Térmicas" de Alange, La Zarza y Valverde, 3.150 megavatios. Hasta ahí las coincidencias.

En Morata de Tajuña todos sus concejales (PP, PSOE e IU) se encierran en el Ayuntamiento para exigir que no se construya la central térmica, sólo abandonan su encierro indefinido para sumarse a los ciudadanos que se manifestaron el pasado domingo. Prometen su dimisión en pleno si no se consigue paralizar el proyecto, y deciden en su municipio sustituir la tradicional pegada de carteles de grupos políticos y pegar unos diseñados para la ocasión, bajo el lema "Térmica No".

Las diferencias son tan obvias que su enumeración insulta la inteligencia del lector. Extremadura es diferente. Sólo así se puede entender que un Consejero de Medio Ambiente, perdón, Consejero de Energía, Industria y, presuntamente, de "Medio Ambiente", defienda el derecho de las empresas extremeñas a contaminar más, a emitir más gases de efecto invernadero, a buscar el desarrollo rápido y contaminante de un modelo desarrollista y caduco, que olvida la oportunidad de negocio, la sostenibilidad y la creación de empleo de las energías renovables, que pueden hacer que nuestro desarrollo, sea, junto con la aportación de otras industrias, compatible con nuestro patrimonio histórico y natural.

El Medio Ambiente y la Sostenibilidad, como así se reconoce en numerosos documentos de la ONU y la Unión Europea, deben impregnar el resto de las políticas, y especialmente las referidas a temas industriales y energéticos. El PSOE de Rodríguez Zapatero siguiendo la estela del pensamiento de los científicos y políticos del siglo XXI y en clara sintonía con sus declaraciones sobre el cambio climático, propuso una Vicepresidencia de Medio Ambiente para orientar y dar coherencia a las políticas del resto de los ministerios. El coordinador del programa electoral del PSOE, y ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró 24 horas después que la propuesta no formará parte del programa socialista, al haber sido expresamente rechazada. ¿Por qué desde la dirección del partido se rechaza una propuesta de amplia aceptación social? ¿A quienes representan los que así actúan?

En Extremadura, en cambio, las propuestas y los discursos medioambientalmente correctos están ya superados, Industria y Energía aplasta a Medio Ambiente. Aquí, sobra el aire limpio, las aguas puras, el cambio climático y políticos con vergüenza como los de Morata de Tajuña, que olviden las luchas ideológicas y sus intereses partidistas para manifestarse junto a los ciudadanos que representan. Extremadura es diferente, los políticos que apoyan, juegan a la ambigüedad o guardan silencio sobre estos proyectos, creen que las urnas siempre les darán la razón.

Fdo. Francisco Folguera, candidato al Senado por Badajoz.