lunes, 7 de junio de 2010

Los Verdes piden a Zapatero que cumpla sus promesas, y que el Gobierno no apruebe la renovación del permiso de explotación de Almaraz



Los Verdes de Extremadura y la Coordinadora Verde solicitan al Presidente del Gobierno que cumpla sus promesas electorales y no proceda a la renovación del permiso de explotación de la central nuclear de Almaraz que expira mañana martes, 8 de Junio.

La central nuclear de Almaraz es cada vez más peligrosa e insegura; en sus 30 años de historia tiene un amplio curriculum de fallos y problemas de seguridad que aconsejan su cierre inmediato. Además, asegura Los Verdes, es innecesaria para garantizar la producción de energía. Las renovables ya hace tiempo que pueden tomar el relevo a las nucleares que se deberían ir cerrando según cumplen su permiso de explotación, y que de no ser así, supondrá para las renovables un techo y un impedimento para su desarrollo.

Los Verdes asegura que muchos de los costes de la energía nuclear la pagamos entre todos los ciudadanos, siendo, además de la opción energética más peligrosa, también la más cara. Sus costes ocultos ( la seguridad, la vigilancia, la gestión de los residuos radioactivos durante miles de años o la clausura de las plantas atómicas, …) que paga la sociedad en su conjunto, son ejemplos evidentes de “la socialización de las pérdidas de la industria nuclear y la privatización de sus beneficios”.

La salud, la seguridad de la población y las tremendas consecuencias de un posible accidente nuclear, hacen que cualquier decisión sobre la energía nuclear deba contar con la participación de los ciudadanos, a los que en ningún momento se ha informado o consultado sobre la renovación de Almaraz.



Los Verdes denuncian la doble vara de medir de la Junta de Extremadura.


La Junta de Extremadura ha demostrado su enorme contradicción e irresponsabilidad centrando el debate nuclear en Extremadura exclusivamente en la candidatura del ATC de Albalá, y desviando la atención sobre la renovación de Almaraz. La doble vara de medir de su política energética, asegura el partido ecologista, es siempre una apuesta a la galería y a la demagogia: firma alegaciones en contra de la ubicación de un cementerio nuclear y al mismo tiempo apoya la renovación de la vieja planta atómica de Almaraz, la mayor instalación de residuos nucleares de España.

Su evidente incoherencia, es además tremendamente insolidaria con el resto de comunidades del Estado español, ya que su postura bien se podría resumir diciendo “queremos seguir produciendo basura nuclear pero queremos que sean otros los que la almacenen para la eternidad”.

En Extremadura, es una paradoja que los mismos dirigentes que llegaron al poder luchando en contra de la construcción de Valdecaballeros pidan hoy la prórroga para Almaraz, olvidando que los argumentos con que defendieron su tierra de la radioactividad son hoy tan válidos como ayer. Amén de que no se pueden obviar importantes consideraciones, que hacen ahora más que nunca, que la opción nuclear sea más contaminante, innecesaria y peligrosa, sin hablar de la herencia envenenada que deja a las próximas generaciones en forma de peligrosos residuos.