El horrible asesinato de André Rwisereka Kagwa, vicepresidente del Partido Verde de Ruanda y que ejercía una oposición política democrática y pacífica al gobierno de su país, nos recuerda que la falta de derechos humanos sigue siendo una tónica en muchos países africanos. Su cuerpo decapitado apareció antes de ayer mientras en París para el 14 de julio se rendían honores de jefe de estado al Presidente de Ruanda.
Hay que recordar que recientemente nuestra compañera brasileña Marina Silva, candidata verde en las próximas presidenciales, tuvo que renunciar a participar en la campaña de los verdes colombianos al recibir serias amenazas de muerte. Hace justamente un año, el cuatro de junio del 2009 el líder de los verdes ucranianos Alexei Gonacharov pereció igualmente asesinado, y en muchos países como por ejemplo en Rusia o China el partido verde sigue prohibido y sus militantes ecopacifistas son violentamente reprimidos.
Florent Marcellesi y Sonia Ortiga coportavoces de la Coordinadora Verde han manifestado como siempre que condenan una muerte violenta que "como decía Gandhi: no hay camino para la paz, la paz es el camino. La persecución de activistas medioambientales y de los derechos humanos y los asesinatos de nuestros correligionarios en todo el planeta nos llevan a reafirmar nuestro compromiso con la paz, y la ecología política como una respuesta a los problemas más graves que tiene planteada la humanidad. Al mismo tiempo pedimos al ministerio de asuntos exteriores español que se interese por la situación de los activistas en favor de los derechos humanos en Ruanda que no ha resuelto todavía las secuelas del genocidio que tuvo lugar en 1994 ante la pasividad de la comunidad internacional. La muerte de nuestro compañero y vicepresidente de los verdes de Ruanda demuestra que la situación del país sigue siendo dramática para los defensores de los derechos humanos."
Al igual que Los Verdes europeos, que presentarán una resolución de urgencia en el Parlamento europeo, pedimos una investigación exhaustiva e independiente sobre las circunstancias y los motivos del asesinato de André Rwisereka Kagwa. Las autoridades de Ruanda no pueden ignorar estas gravísimas violaciones de los Derechos Humanos y tienen que identificar a todos los responsables para que este crimen no quede impune.
