jueves, 10 de septiembre de 2009

Los Verdes de Extremadura invita a Vara al estreno de la película “La era de la estupidez”



El próximo 22 de septiembre se estrenará en España y en unos 45 países del mundo, la película dirigida por Franny Armstrong, The Age Of Stupid (La era de la estupidez). La película, un alegato para actuar ya contra el cambio climático, fue estrenada en el Reino Unido el pasado marzo con unas críticas muy favorables por parte del público y la prensa. Los Verdes de Extremadura invita al presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara a asistir al evento.

“La era de la estupidez” intenta sensibilizar a la población en general del grave problema del cambio climático, pero no todos tenemos la misma responsabilidad. Los políticos actuales, en el mejor de los casos, están más preocupados por una imagen medioambientalmente correcta y algunos ni eso, que por promover políticas necesarias que eviten el desastre climático, cuando todavía se está a tiempo. Nuestra región, continua el partido ecologista, es el paradigma de la peor política posible en este sentido. La apuesta de la Administración regional por las industrias más contaminantes como Refinería y Centrales Térmicas, verdaderas fábricas de cambio climático, multiplicaría por 7 u 8 las emisiones de CO2 de la industria extremeña, sin un aumento significativo de los puestos de trabajo, afectando negativamente a sectores como el turismo de salud, natural y arqueológico, así como a la agricultura y los productos de la zona.

Actualmente, es Cementos Balboa, empresa perteneciente al Grupo Alfonso Gallardo, la industria extremeña que más CO2 vierte a la atmósfera con diferencia: 688.300 toneladas. Y la Administración que preside, Guillermo Fernández Vara, lejos de preocuparse por el cambio climático y la salud de sus ciudadanos, apoya como suyo otro proyecto del mismo grupo empresarial, la refinería Balboa, con 1,7 millones de toneladas de CO2. Y mientras, al calor de esa misma Administración, según el partido ecologista, se abren paso las multinacionales energéticas en la comarca de Mérida, con tres Centrales Térmicas. Uno sólo de los proyectos, Refinería o Térmicas, de llegar a construirse, sería la mayor fábrica de calentamiento global situada en Extremadura.

Las Centrales Térmicas son proyectos de escasa utilidad social y mucha contaminación, como bien dijo Juan Carlos Rodríguez Ibarra “producen energía pero apenas dejan puestos de trabajo”. Un ejemplo, la Central Térmica que Siemens pretende construir en Valverde de Mérida emplearía a 35 personas y emitiría a la atmósfera, en el mejor de los casos, 3 Millones de toneladas de gases de efecto invernadero, mientras que toda la industria extremeña emplea actualmente a 40.000 personas y contribuye al efecto invernadero con la emisión de 1,11 millones de toneladas de CO2. Dicho de otro modo, cuando se defiende la contaminación de estas industrias basándose en los puestos de trabajo que generarían, habría que esperar que la Central Térmica de Valverde generase en función de su contaminación los mismos puestos de trabajo que la media de las industria extremeña, con lo que deberíamos exigir, por su nivel de contaminación, que en dicha central trabajaran más de 109.000 trabajadores.

Si la Junta de Extremadura continua apoyando estas industrias, nuestra región tendrá que hacer frente a costes muy elevados en el futuro, tanto ambiental como económicamente. Así, la cuota de CO2 para Extremadura, asignación del Estado español y la Unión Europea, se sobrepasará con estas industrias tan contaminantes, que al mismo tiempo tiene un requerimiento muy bajo en capital humano, no dejando derechos de emisión para otras empresas más respetuosas con la salud y el medioambiente de todos.

En las antípodas del desarrollo que hoy, y sin ninguna explicación, promueve Guillermo Fernández Vara y su gobierno, está la economía “verde” que ya genera más puestos de trabajo en Europa que las industrias contaminantes. Al menos 3,4 millones de empleos europeos están relacionados directamente con las energías renovables, el transporte sostenible y los bienes y servicios de eficiencia energética frente a las industrias contaminantes como la minería, electricidad, petroquímicas y refinerías, gas, cemento, hierro y acero que dan trabajo a 2,8 millones de personas.

Pedimos encarecidamente al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que recuerde los efectos de la contaminación en la salud, que a bien seguro estudio en su carrera de medicina, que entienda que todavía hoy estamos a tiempo de frenar el calentamiento global. Contamos con la información y los medios para evitar la catástrofe, que sólo la estupidez haría inevitable, y le solicitamos que abandone los proyectos de térmicas y refinería y apueste por una economía sostenible y de futuro para nuestra región.

Por todo ello, le invitamos que acompañe a Los Verdes de Extremadura al estreno de “La era de la estupidez”, porque aunque todos los ciudadanos sufriremos los efectos del cambio climático, no todos tenemos la misma responsabilidad.