jueves, 13 de mayo de 2010
La Coordinadora Verde propone que el ajuste recaiga sobre quienes más tienen
Las medidas anunciadas hoy en el Congreso por el presidente del Gobierno para tratar de reducir el déficit público han sido valoradas por la Coordinadora Verde como injustas, antisociales, insolidarias y que suponen un “mazazo” a los sectores más débiles de la sociedad, por lo que manifiesta su rotundo rechazo a las mismas.
Para la Coordinadora Verde, el déficit público de España no es preocupante y las medidas que hoy ha anunciado José Luis Rodríguez Zapatero responden más a presiones externas para intentar acabar con el Estado de bienestar, ante las que el Gobierno ha terminado cediendo, que a razones estrictamente económicas. Así se entiende que sean los trabajadores, los pensionistas, las personas dependientes, las futuras madres y los destinatarios de la ayuda al desarrollo quienes cargarán sobre sus espaldas el peso de los recortes previstos.
Para la reducción de gastos, la CV propone que el presidente del Gobierno fije su atención sobre la asignación a la Iglesia, los gastos de Defensa y las inversiones en grandes obras y fastos; propone la reducción de Ministerios, de altos cargos y de gastos protocolarios; la eliminación de ayudas y subvenciones al automóvil, al carbón, a la industria nuclear y a la aeronáutica; la supresión dentro de la Administración del Estado de duplicación de funciones, a fin de que se rija con criterios de máxima eficiencia, y la realización de un esfuerzo nacional para reducir la importación de combustibles fósiles, sin olvidar proporcionar un marco estable a las renovables ya que son las grandes generadoras de empleo.
Por otra parte, por justicia social y por reparto equitativo y proporcional de las cargas, la Coordinadora Verde propone regular un impuesto a las transacciones financieras, combatir el fraude fiscal, normalizar el impuesto sobre patrimonio y avanzar en una fiscalidad verde. Para la plataforma ecologista, las medidas de ajuste propuestas hoy han olvidado por completo que quien más tiene, más debe contribuir al mantenimiento de los gastos públicos, por lo que no es extraño que la banca esté celebrando las medidas de un gobierno que ha optado por obedecer a los mercados y comenzar un proceso de desmantelamiento del Estado de bienestar.