Ecolo pide al gobierno español y a las autoridades europeas el apoyo a procesos democráticos de cambio en estos países.
La Coordinadora Verde y Ecolo manifiesta su total apoyo a las manifestaciones de libertad que se están produciendo en muchos países de la ribera sur del Mediterráneo. Estas manifestaciones masivas de descontento popular y que no hacen sino canalizar la rabia y la frustración de poblaciones sometidas desde hace años al doble yugo de la falta de libertad y de la miseria, se han ido intensificando desde finales de 2010 en países como Túnez, Argelia, Yemen y, especialmente estos últimos días, Egipto.
Los países occidentales se han mostrado extremadamente prudentes ante estos movimientos populares que amenazan un statu quo beneficioso para sus intereses económicos y geoestratégicos. El apoyo sostenido a dictadores y tiranos, desde Marruecos hasta Pakistán, ha servido a Estados Unidos y a la Unión Europea durante años para garantizar su acceso a materias primas esenciales para una economía basada en los combustibles fósiles. En estos últimos años, además, dos argumentos han venido a reforzar dicho apoyo. Por un lado, el “peligro” del terrorismo islamista, el cual estos gobiernos ineficientes y autoritarios estaban supuestamente mejor preparados para frenar. Por otro, la “ola” migratoria, que amenazaba supuestamente el bienestar y las esencias de las sociedades europeas.
Estos falsos argumentos han servido de coartada para someter a millones de personas a condiciones de vida inaceptables y a constantes violaciones de los derechos humanos. Ahora, estas mismas personas han dicho basta. Llevados por la frustración, la indignación y la esperanza han descubierto que unidos pueden ejercer esa soberanía que se les había negado incesantemente.
El pasado 14 de Enero, el presidente tunecino Ben Ali abandonó el poder y el país, acuciado por las masivas protestas de sus conciudadanos. En estos momentos, se está organizando una transición pacífica de Túnez a la democracia que debe servir de ejemplo e inspiración a los habitantes de los países vecinos.
Ahora, las protestas multitudinarias se han trasladado a Egipto, donde los manifestantes se concentran desde hace días en Midan Tahrir, la “plaza de la liberación”, en el corazón del Cairo pidiendo pacíficamente la marcha del presidente Hosni Mubarak, quien ha gobernado durante treinta años el país bajo el estado de excepción.
Ecolo se solidariza con los y las manifestantes y con los ciudadanos y ciudadanas de Egipto en su justa y legítima demanda de libertad y democracia y exige a las autoridades egipcias que respeten sus derechos, evitando cualquier acto de fuerza que podría tener consecuencias trágicas.
Al mismo tiempo, Ecolo pide al gobierno español y a las autoridades europeas el apoyo a procesos democráticos de cambio en estos países, que pueden constituir un muro más infranqueable ante cualquier terrorismo por cuanto permiten la libre expresión y la pacífica confrontación de distintos modelos de sociedad. También demanda a los gobiernos europeos que den el mismo apoyo económico y político a estos movimientos democráticos que se dio en su momento a países europeos que salían de períodos dictatoriales, como España o Portugal.
