miércoles, 9 de febrero de 2011
Rechazamos el Acuerdo Social y Económico suscrito entre el Gobierno, los sindicatos UGT y CCOO y la patronal
Ecolo pide que se reduzca la jornada laboral y la edad de jubilación como principal medida de lucha contra el paro.
Las Térmicas perjudicarían gravemente la economía de la comarca de Mérida.
Ecolo, a través de Ecosindicalismo, manifiesta su rechazo frontal al acuerdo alcanzado por Gobierno, Patronal y UGT-CCOO en relación al sistema de pensiones, al considerarlo un ataque desmedido e injusto hacia la ciudadanía y una de las mayores agresiones a nuestros derechos sociales de la historia reciente, lo que supone la escenificación del fin del Estado del Bienestar al que nos intentan arrastrar.
En nuestra opinión, es urgente como bien se apunta desde el Gobierno, una reforma de nuestro sistema de pensiones, pero en los términos contrarios a los pactados en este acuerdo, haciendo hincapié en la reducción de la jornada laboral como principal medida de lucha contra el paro y abogando por una reducción paulatina de la edad de jubilación a los 60 años, con el objetivo de incorporar al mercado laboral a esa gran masa de trabajadores que en las actuales circunstancias no disponen de trabajo. Asimismo, abogamos por una reforma profunda de nuestro sistema laboral, que favorezca el acceso de las mujeres al mismo en condiciones de igualdad, y que asegure una conciliación absoluta de su vida familiar-social y laboral, con el objetivo de que la maternidad no sea un lastre a la hora de conseguir y/o mantener un puesto de trabajo.
Prolongar la edad de jubilación a los 67 años, con la actual tasa de paro juvenil existente en nuestro país, resulta a todas luces contraproducente. Además, el aumento del periodo de cálculo de la prestación de 15 a 25 años conducirá a una gran parte de la población activa a ver reducido su nivel de vida e ingresos, obligándoles de este modo a recurrir a planes de pensiones privados, que en última instancia son los grandes beneficiados de esta acuerdo. Por otra parte, el pacto establece la necesidad de cotizar 37 años (antes 35) para cobrar el 100% de la pensión máxima, la imposición de un mínimo de 38,5 años cotizados para poder jubilarse a los 65, y un retraso de la jubilación anticipada de los 61 a los 63 años. Medidas todas ellas que dificultan el acceso al mercado laboral a los 4,2 millones de parados que hay en España, y que en ningún caso contribuirán a reducir nuestro déficit público antes del 2013.
Para Ecosindicalismo, cualquier acuerdo sobre este tema debe contar con el respaldo mayoritario de la sociedad, y no con un rechazo generalizado de la misma como vienen indicando las encuestas. Para Ecolo, no es justificable una reforma de nuestro sistema de pensiones que repercuta sobre las clases más desfavorecidas, cuando existen otro tipo de alternativas no contempladas como son: un aumento de los impuestos a las rentas mas altas, una persecución eficaz del fraude fiscal, la eliminación de los paraísos fiscales, la aplicación de una tasa para las transacciones financieras especulativas, y en definitiva, cualquier medida que establezca un reparto mas justo y equitativo de la riqueza.
Por último, la Red de sindicalistas sensibilizados con la ecología política, ve necesario el desarrollo de un nuevo modelo energético que nos haga menos vulnerables a las fluctuaciones de los mercados financieros e insiste en la necesidad de alcanzar un 100% de energías renovables, lo que supondría no solo el cese de la emisión de millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, sino también la creación de 2.775.000 empleos verdes en 2020 según el Informe Económico del Presidente del Gobierno.
Ecolo-Verdes de Extremadura denuncia el discurso fácil del PSOE a favor de las renovables mientras el Gobierno Central ha resuelto positivamente la Declaración Ambiental Integrada de las tres centrales térmicas de la comarca de Mérida. Cualquiera de las tres, de llegar a construirse, se convertiría en la mayor fábrica de calentamiento global situada en Extremadura, asegura el partido ecologista. Sólo la de Valverde de Mérida emitiría a la atmósfera entre el doble y el triple de gases efecto invernadero de lo que emite actualmente todo el sector industrial extremeño. Esta central emplearía a 35 personas cuando toda la industria extremeña emplea actualmente a 40.000 personas. Hipotecarían nuestro futuro, el derecho de emisión de otras industrias que puedan ser mucho menos contaminantes y con mayor generación de empleo, el desarrollo sostenible y la salud de todos, concluye Ecolo.