miércoles, 18 de mayo de 2011
Contra el desalojo de la acampada de Sol.
Ecolo- Los Verdes contra el desalojo de la acampada de Sol.
Ecolo-Los Verdes exige que los programas electorales sean un contrato legal con la ciudadanía y su incumplimiento se penalice severamente.
Ecolo- Los Verdes lamenta el desalojo violento de la acampada que mantenían en la Puerta del Sol los activistas de Democracia Real Ya. Ecolo Verdes quiere saber quién es el responsable político de dicha decisión. Esperamos que la Delegación del Gobierno y también el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid aclaren su respectiva participación en los hechos. Los cientos de miles de personas que han participado en estas manifestaciones queremos saber por qué se ha actuado de forma tan violenta.
Ecolo Verdes también muestra su apoyo a las acampadas que tendrán lugar en toda España para reclamar democracia real YA.
La acampada de Sol es un claro símbolo del justo estado de indignación en el que se encuentra la ciudadanía, que es víctima y pagana al mismo tiempo de una crisis económica, social y ecológica que ella no ha generado. Una indignación tan evidente que no puede caber en dos horas de manifestación.
Pero nuestros dirigentes políticos no han consentido que esa expresión de malestar durara lo que tuviera que durar. Son los mismos dirigentes que han sido elegidos por el pueblo, pero que han sido incapaces de servir al pueblo, rehenes como son de poderes económicos que desprecian a la gente. Ahora, en cambio, dicen que los acampados de Sol tenían que irse por el bien de esa democracia que ellos mismos se han encargado de envilecer, hasta convertir esta bella palabra en un antónimo de sí misma. Por eso creemos que el espíritu del #15M debe continuar.
Los mismos dirigentes que pedían democracia para los manifestantes de Túnez o Egipto esgrimen esa misma democracia como argumento para echar a los manifestantes de Madrid. Nos decían que en esos lejanos países, la gente en la calle representaba la democracia; pero aquí, cuando gritan a sus puertas, se les trata como si fueran violentos delincuentes. Este discurso ya lo conocemos; lamentablemente no se aleja demasiado del de los regímenes del norte de África.
Pero la represión no va a parar este movimiento, porque el futuro que depara al pueblo, si no se mueve, será siempre peor que esta represión. La ciudadanía ha tomado conciencia y consciencia de esta realidad. Sabe que si no reacciona, su destino será la prisión invisible. Una prisión sin muros con apariencia de presunta libertad para moverse, e incluso para indignarse. Pero no para cambiar las cosas. Y si la democracia no es el derecho a intentar cambiar las cosas, entonces, ¿de qué estamos hablando?
Los ciudadanos, jóvenes, mayores, mujeres y hombres, pedimos democracia real ya. Un cambio en el sistema que permita la libre expresión para evitar que solo se nos consulte en las elecciones y los partidos olviden a la gente durante los siguientes cuatro años. Que se cambie el sistema para que no se perpetúe el bipartidismo que solo te permite elegir entre lo malo y lo peor. Y para que los programas electorales sean un contrato legal con la ciudadanía y su incumplimiento se penalice severamente.
El pueblo ha tenido tiempo de aprender esta lección y no va consentir que vuelvan a engañarle. El tiempo de la mentira se ha terminado. Ya no es posible el silencio ni la sumisión. Hoy podrán desalojar una acampada o reprimir una protesta, pero con la represión no podrán evitar que cada vez haya más indignación y justa rebeldía. El día menos pensado, los contrarios al sistema no seremos nosotros y nosotras, sino los que intentan evitar un cambio que ya es inevitable. Empieza a amanecer un nuevo tiempo, el tiempo de la gente. Hace falta "democracia real ya"